El plan de parto no es el
plan de nacimiento. Cierto es que el bebé estará de acuerdo en todas las prácticas
que promuevan el respeto a la voluntad de madre, sin embargo si diseñásemos un
plan de nacimiento cambiarían ligeramente las plabras, el tono, quizás el
sentido o la intención.
Es ambiguo, parece casi
imperceptible la línea divisoria; ¿hasta donde el bebé es bebé, y dónde empieza y
acaba mamá? Son uno. Y también son dos. Sucede a la vez, sin embargo la
vivencia de la madre no es como la vivencia del bebé. Aunque de alguna forma la
madre pariendo transite el camino de vuelta que hizo cuando nació. El parto es
un punto de inflexión, el inverso perfecto del nacimiento. El otro lado.
Así pues un Plan de parto
pondrá la atención en la voluntad de ella, en función de las ofertas
disponibles, claro. Un plan de Nacimiento requeriría quizás más observación, más
escucha, más honestidad y menos palabras.
Quizás el bebé lo que
necesita es que nadie aproveche su llegada al mundo para ejercer un poder que no
ejerce en su propia vida. No querría un “suero de la prisa” que arrasase sus
receptores de oxitocina, o que le anestesien por miedo al dolor, y porque “total, es sólo un poquito”. Preferiría no ser arrastrado
con una tracción mecánica, sino que le dieran tiempo, espacio y fuerza de
gravedad para hacer su camino, y recibir el masaje craneal que necesita para
estimular correctamente sus fuerzas vitales.
Seguramente no querría
ser separado en ese momento del cuerpo de su madre, quizás tampoco de su
placenta, su cuerpo externo. No querría que le cortaran el suministro de oxígeno,
ni un tercio de su volumen sanguineo con motivo de un “por si acaso” que él no
concibe.
Seguramente querría a su
madre plenamente consciente, confiada y libre. Seguramente querría un entorno que
respetara su momento. Tan suyo.
Querría a su alrededor
profesionales bien informados y con sus conflictos internos bien ordenados, si
no resueltos, para que nadie interrumpiera su vida abrupta e innecesariamente.
Querría a una madre en
plenas condiciones vitales para afrontar su nutrición de todas las maneras en
que la necesita. Querría a una mujer que se siente satisfecha con la vivencia
de traerle al mundo, que siente que ha desafiado sus límites, y que ahora se
sabe capaz de todo.
Lo querría, haya su madre o no, rellenado el cuestionario.
15. Quiere episiotomía si_
no_
Alicia
Domínguez Diéguez
Psicóloga
y doula por la salud primal
Noviembre
2014